lunes, 28 de julio de 2008

Riviera Maya

Hemos estado por la Riviera Maya, en el caribe Mexicano, una semana. Lo primero que notas al llegar aquí es el Sol, pues hace un calor importante y la humedad también es muy alta, así que se hace necesario disponer de aire acondicionado en la habitación, si no se quiere nadar en sudor por las noches.

Otra cosa que impacta es el paisaje: Una selva impenetrable se extiende por doquier. Y donde no hay selva hay manglares, que desde lejos tienen la misma pinta, como se ve en esta foto tomada desde la habitación de nuestro hotel en Playa del Carmen, estado de Quintana Roo.

La geología de esta península es bastante curiosa. No hay montañas. De hecho no hay ningún tipo de desnivel. Por lo visto, hace millones de años cayó aquí un meteorito que, además de acabar con los dinosaurios, formó varias capas de roca caliza totalmente planas. Y sólo hay de 2 a 4 metros de tierra en la parte superior, con lo que los árboles no pueden echar raíces profundas, lo que hace que no sean ni muy altos ni muy gruesos. Eso sí, lo que la selva pierde en altura lo gana en espesura. Cuando vas por carretera el paisaje es muy monótono, excepto en los pueblos y ciudades. Lo único que ves es selva y más selva a ambos lados de la carretera, sin ningún punto que te pueda servir de referencia visual. Tuvo que ser muy duro vivir en el interior de esta selva como hicieron los mayas. Seguramente por eso fueron tan buenos astrónomos.

Otra característica de la zona son los cenotes, que son grutas, cavernas o pozas llenas de agua. El agua suele ser dulce, aunque los hay de aguas salobres (mitad dulce mitad salada) o de agua de mar. Como la roca caliza se disuelve con el agua, esta se va filtrando al subsuelo, creando ríos subterráneos. Muchos cenotes son agujeros circulares en el suelo, ya que el techo ha sucumbido con el paso constante del agua y de los años. Hay más de 3000 cenotes registrados en la península. Aquí os dejamos un buen ejemplo, el cenote sagrado de Chichenitza, de 60 metros de diámetro, en cuyo fondo se han encontrado restos humanos y numerosos objetos de oro, cobre, obsidiana y otros materiales que los mayas ofrendaron durante sus rituales.

En nuestra estancia por la Riviera Maya nos alojamos en un hotel, de esos "todo incluído", cerca de Playa del Carmen y desde allí hicimos excursiones. Por cierto, la playa de este hotel, Blue Bay Grand Esmeralda, es una decepción tremenda, ya que el agua está llena de rocas. Nos explicaron que la zona donde está el hotel era un precioso manglar que llegaba hasta la playa. De ahí que la playa sea como es, bastante accidentada. Pero el resto del hotel está muy bien. Muy buena comida, buen y amable servicio y buenas piscinas. He aquí algunas fotos del hotel.

La primera salida que hicimos fue a Playa del Carmen, que está unos 10 minutos en taxi del hotel. La verdad es que es una ciudad totalmente turística con una bonita playa que está, lamentablemente, abarrotada de hoteles a ras de arena. Una verdadera lástima. Recorrimos la playa y las 2 calles principales, llenas de gente, en las que sólo hay tiendas para “guiris”. Desde aquí se puede coger el ferry a la famosa isla de Cozumel, otra zona abarrotada de turismo y hoteles, según nos han contado. Os dejamos algunas fotos.

2 comentarios:

Santa Claus dijo...

Saludos desde la madre patria...

Creo ser el primero en intentar publicar un comentario en vuestro didáctico blog... ¡cuánta selva!, ¿eh?... vaya, vaya... así que eso es un cenote... qué camara más bonita que tenéis, ¿eh?...

Me alegra mucho saber, Darri, que tienes aún la misma cara que el toro que mató a Manolete... el viaje aún no ha hecho mella en vosotros!

Espero seguir vuestras andanzas, no sin envidias...

Eli, un beso grande... y otro para tí Alfons...

"Santa Claus", el mejor amigo de Rodolfo el reno.

cuchicuchi dijo...

Hola chaparritos, que tal?. esperamos que os lo paseis bien.
deseamos poder escuchaos por el essenger. a ver si que damos chaparritos. cuchicuchi.